El arte de aceptarte
Terapia fotográfica
Un proyecto híbrido que aúna fotografía y terapia -mis dos grandes vocaciones- para poder acompañarte a aceptar lo que hay en ti (sea lo que sea).
La fotografía tiene un gran poder para mostrarnos «lo que hay» -ni más, ni menos- y con ello se puede hacer un buen trabajo de autoconocimiento y de autoaceptación.
En ningún momento se pretende que «te ames de forma incondicional«, sino que, desde otro punto de vista, puedas extraer nuevas conclusiones sobre ti misma que puedan ayudarte a ser más amable y cálida contigo.
Porque bastante compleja está ya la vida como para ir por el mundo machacándonos por no llegar a ser un cánon de mujer totalmente idealizado imposible de alcanzar.
Así pues, se pone a la fotografía como herramienta central para abordar temas terapéuticos como pueden ser la dismorfia, el duelo (en cuanto a cambios físicos como puede ser una enfermedad, un embarazo, la vejez, una transición…), la ansiedad, el estar perdida en tu camino, no verte bien en el espejo, o cualquier tema trascendental que te pueda estar preocupando.
Sé que, explicado así, suena un tanto abstracto, así que te lo explico más detalladamente en el siguiente video y seguidamente adjunto una opinión + la sesión a la que corresponde:
Gracias <3"
Magda relata cómo le hizo sentir verse reflejada en esta sesión de fotos terapéutica (que puedes ver más abajo):
Aunque suelo adaptarme a las necesidades del cliente, normalmente la base de estas sesiones se repite y se compone de las siguientes fases:
1. Conceptualización de la idea:
Hablaremos de qué quieres trabajar. Tras un breve cuestionario valoraremos la necesidad y cómo desarrollarla, dónde, de qué forma y en cuánto tiempo.
2.En la sesión (o sesiones):
Nos encontraremos en el lugar indicado y nos pondremos en marcha sin buscar la parte fotográfica todavía.
Para comenzar siempre intentamos contactar con la idea a trabajar, dando pie así a la primera parte terapéutica de la sesión (mediante meditaciones, ejercicios, hablar de ello o lo que sea necesario).
Una vez entremos en un estado de conexión con la idea la llevaremos a cabo, intentando expandir la sesión mediante el contacto con la propia vulnerabilidad que nos supone el tema a tratar. Ahondaremos en ello lo que creamos adecuado.
3. Revisión de las fotografías:
Por último, una vez finalizada la sesión, analizarémos las imágenes (esto nuevamente entra dentro de la fase terapéutica por ver qué nos remueve) y elegiremos -en común- las fotografías que sintamos que representan más la idea que se ha querido trabajar.
Un ejemplo Gráfico
Aprovechamos para recalcar algunos temas concretos:
- En ningún momento tenemos problemas con el desnudo, este ejemplo se ha emborronado por cuestión de privacidad. Tampoco supone una obligación desnudarse, esta fue la decisión de Magda, pero solo es una herramienta o «ropa» más que puedes o no llevar.
- Como podéis ver, aquí se han retratado las dos partes de la sesión, la primera relacionada con la parte más terapéutica (donde Magda lleva ropa) y la segunda llevando a cabo la idea (proceso físico de la idea). Esto puede ser así o no, en este caso ella demandó hacer fotos en ambas partes, pero realmente las fotografías se hacen sobre todo para la segunda parte del trabajo terapéutico y en el primer momento nos centramos más en conectar con la idea y no tanto en las fotografías.
- Las fotografías terapéuticas no suelen retocarse porque la idea es «vernos tal cual somos» haya lo que haya, pero si finalmente el proceso/idea lo requiere podría hablarse sin problema -aunque personalmente no lo recomiendo-.
- Esta selección de fotografías está hecha en base a lo que a Magda le servía en su caso personal y respecto a su idea, en la cual no vamos a profundizar por respeto a su persona.
- Aunque este sea un buen ejemplo, no todas las sesiones tienen porqué verse así: Algunas de las ideas constarán de más de una sesión, otras de una sola fotografía, otras de fotografías de diferentes sesiones unidas. Repito que esto siempre dependerá de lo que se quiera trabajar y lo acordaremos en conjunto.
Si tienes dudas puedes contactarme desde el siguiente botón sin compromiso:
Porque aceptarte es complicado, pero no imposible
Si sientes que este tipo de sesión podría ser para ti, déjame recordarte que yo misma he utilizado el autoretrato desde hace más de 25 años para autoreconocerme y aceptarme. Es por ello que quiero llevar este método a todas aquellas personas que quieran ser acompañadas, para poder verse desde unos ojos que vean sin juzgar. Es por ello también que tras 13 años dedicada a la fotografía decidí estudiar para poder ejercer de terapeuta en filosofía del acompañamiento.
¿Algo te resuena? Háblemos: