Todas las libretas tienen su fin

«¿A qué le tengo miedo? A que se acabe la libreta y no tener otra para seguir, y por eso no utilizo nunca esta.
Pero las hormigas no paran nunca, ni cuando no saben qué hacer. Ellas solo van hacia delante y hacen camino. Pero «hacer» de «crear». Porque estando paralizada nunca habrá camino, así que, piensas; <<La ‘libreta’ nunca se va a acabar>>. Pero no es verdad, la libreta tiene una fecha final, ineludible».

Martes 22 de Julio de 2025:

Si ahora aplico esto a todos los niveles de mi vida ¿qué tanto me estoy perdiendo por guardar el espacio a cosas que se van? ¿Qué tanto escucho al miedo y dejo de actuar? ¿Qué tanto veo como se me va el tiempo creyendo que siempre tendré más?

Con suerte, estoy a la mitad de mi vida. Eso con MUCHA suerte. Y sigo postergando; postergando decidir, postergando priorizarme, postergando hacer mi mundo, postergando la vida.

Normalmente utilizo esas libretas para entenderme, para escribir los sucesos de vital importancia -o no tanto- que me parecen relevantes por alguna razón. Todo comienza cuando abro la primera hoja y escribo ahí la fecha; «1 de Enero de 2025». Y al final TODAS se acaban. Se acaban y en su portada, en su lomo, escribo sin excepción; «Diario 2010-2012». Qué paradógico sentir que, mientras más escribo en esos diarios, más liberada me siento, más cerca me siento de estar cerca de mí, de comprenderme.

Es más, qué feliz me pone haber escrito mucho en una época o en otra de mi vida, y poder volver allí, mediante estos cuadernos, a verme con ternura y poder reconocer todo el camino que hice, como las hormigas; sin quererlo, solo hacia delante, solo «haciendo»(lo).

Entonces ¿qué me paraliza ahora? ¿por qué no soy capaz de escribir nada coherente, nada que me lleve ahí? O eso pienso, pero el camino sigue haciéndose.

Pienso; esta libreta es diferente, porque tiene protección. No la elegí yo y viene de un mundo de diminutos (¿las hormigas? ahaha qué ironía). Tiene un faro dentro, con pegatinas cucquis y flores, con el amor de alguien que SÍ confía en mí, incluso cuando yo no. Que me sostiene incluso sin que se lo pida.

Y mis pequeños grandes 10 mandamientos, siempre listos para recordarme qué es lo que realmente importa. Lo que realmente ME importa.

Esta libreta se está acabando antes de lo que había planeado, lo que me recuerda que estoy en movimiento incluso cuando no lo siento así. En unos años veré esa libreta y ¿quién sabe si al leerla recordaré este momento con cariño? Seguro que sí. Todo desde lejos se vive nostálgico y mejor.

<<La próxima va a venir repleta de mágia>> Me digo. Y entonces recuerdo las ganas de seguir escribiendo, no tanto por ver la próxima libreta, sino para poder ver mi camino con cierta perspectiva. Porque hay veces que a una no le gusta estar donde está, pero todos los pasos son necesarios si quieres llegar a algún sitio…

Las libretas se compran, pero el tiempo no.

Especializada en fotografía a personas, puedes contar conmigo para multitud de servicios de índole profesional.
[[ Fotografía profesional en Barcelona, Fotografía terapéutica en Barcelona, Retratos con enfoque emocional, Terapia con fotografía, Sesiones de fotos emocionales ]]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *